La gran mayoría de nosotros, hemos utilizado en alguna ocasión el recurso de los desguaces para conseguir piezas para nuestro coche mucho mas económicas que si las compramos en tiendas especializadas o las encargamos en un concesionario oficial; en concreto, piezas como intermitentes, espejos o aletas de parachoques las podemos conseguir en un estado similar al de nuevo, pero con unos precios muy por debajo del de un recambio a estrenar.
Básicamente, el fin de los desguaces es ofrecer a los clientes las piezas desmontadas de los vehículos siniestrados o con averías irreparables, desmontadas por ellos mismos, y en la mayoría de los casos tratadas, limpias y acondicionadas, antes de la destrucción completa del vehículo y su achatarramiento. Esta política de desguaces se aplica también a los desguaces de motos, pero con la diferencia de que este caso, las piezas siempre se entregan limpias y embaladas a pesar de ser usadas, están perfectamente catalogadas y en un estado perfecto, lo que requiere una etapa previa por parte de los desguaces de motocicletas de selección de piezas, comprobación y clasificación de los componentes antes de su venta.